"Wall Street se estanca y el petróleo alcanza nuevas alturas: análisis de los errores de pronóstico en 2024"
Si nada lo impide, 2024 terminará siendo un año favorable para las Bolsas en general, y para las estadounidenses en particular. Sin embargo, al mirar hacia atrás doce meses, cuando los índices ya mostraban rendimientos de doble dígito en 2023, los analistas optaron por mantener una postura más cautelosa y evitar el optimismo desmedido al hacer sus proyecciones para 2024. Anticipaban que las Bolsas experimentarían un ascenso, como finalmente ha sucedido (salvo una eventual catástrofe esta semana), pero se han quedado cortos en sus estimaciones sobre el potencial por segundo año consecutivo. En concreto, las europeas han logrado incrementos de doble dígito, y únicamente la francesa presenta un saldo negativo en el año, a falta de seis sesiones para concluir. Por su parte, las estadounidenses han superado todas las previsiones, algo que se está convirtiendo en una tendencia cada vez más común.
El mercado americano ha destrozado las estimaciones de los analistas, condicionados porque estas Bolsas ya venían de registrar revalorizaciones espectaculares. En 2023, el Nasdaq Composite se revalorizó un 43%, mientras que S&P 500 ganó un 24% y el Dow un 13%. A falta de unos pocos días de 2024, el Nasdaq Composite acumula una rentabilidad del 40% mientras que el S&P 500 repunta desde enero un 33% y el Dow Jones un 21%. “Al comienzo del año, la alta inflación y los tipos de interés elevados apuntaban a unas economías desarrolladas, entre ellas la estadounidense, abocadas a entrar en recesión, algo que, finalmente, no ha ocurrido. Es más, la economía de EE UU va a cerrar el año con mucha fuerza, lo que se refleja en unas expectativas de crecimientos, de resultados cada vez más optimistas”, explica Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Gestión.
El experto añade que hay que destacar “el importante papel que en el comportamiento de los índices bursátiles de EE UU han tenido los grandes valores tecnológicos, impulsados por la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA). Es más, se podría decir que han sido estos valores los que han llevado al S&P 500 y al Nasdaq Composite a marcar múltiples máximos históricos a lo largo del año”. Por otro lado, el ejercicio se presentaba como un año complicado, teniendo en cuenta las guerras con el riesgo geopolítico en su punto más elevado en décadas. “2024 será un gran año para las elecciones, con más de 40 países que celebran elecciones nacionales (incluida la de EE UU), lo que podría desencadenar un significativo aumento de la inflación”, explicaba la firma nórdica DNB Asset Invesment que apostaba claramente por Europa y Japón frente a EE UU.