"Los bancos centrales alimentan el rally del oro, que se encamina hacia los 3.000 dólares"

El año 2024 se caracterizó por grandes rendimientos en los activos de riesgo, así como en el activo refugio por excelencia: el oro. La voracidad por la Bolsa y el bitcoin no disminuyó la inversión en este metal precioso, que cuenta con un público leal y se está consolidando en las carteras como un elemento de diversificación. Además, el descenso de los tipos de interés favorece su precio: a menor rentabilidad en los bonos y con tipos reales más bajos, resulta más atractivo poseer un lingote. Sin embargo, el notable aumento de casi el 30% en el precio del oro durante 2024, alcanzando nuevos máximos históricos, se atribuye principalmente al constante interés de los bancos centrales, que están incrementando sus adquisiciones de oro para diversificar sus reservas. Esta tendencia ya estructural se espera que continúe en 2025. Las compras de los bancos podrían impulsar el precio de la onza de oro hasta los 3.000 dólares este año, según estimaciones de Goldman Sachs y Citi, aunque es importante recordar que estas previsiones están sujetas a la fuerte incertidumbre que caracteriza el inicio del ejercicio. Ante mayores incertidumbres, también surgen más razones para considerar el oro como una opción refugio.

“El oro mantiene su potencial de ofrecer estabilidad a las carteras. Además, los inversores deberían pensar en mantener coberturas para las acciones y la duración si la inflación da sorpresas al alza en EE UU”, defienden en Amundi, la mayor gestora de fondos de la zona euro. En Santander Asset Management declaran su preferencia por el oro como cobertura ante riesgos geopolíticos. “Aunque unos tipos reales al alza podrían limitar su atractivo, los bancos centrales continúan diversificando sus reservas hacia el oro y las compras de inversores siguen en niveles bajos, dejando margen para un mayor incremento”, defienden en la gestora.

El año arranca con incertidumbres sobradas que justifican la tenencia de un activo que puede aportar estabilidad en la cartera. La llegada de Trump al poder augura volatilidad y ganancias en Bolsa y en deuda, pero siempre y cuando la aplicación de sus políticas comerciales, de inmigración y gasto no terminen por provocar más inflación y menos crecimiento. Y en el mundo siguen abiertos dos conflictos bélicos de dimensión mundial, las guerras en Ucrania y Gaza. Esos conflictos ya ha contribuido a que los inversores buscaran refugio en el oro en 2024 y explican también el factor que por encima de todo está sosteniendo el avance de su precio, las compras de los bancos centrales.