¿Pueden los olores revelar enfermedades? Nuevos avances en la ciencia | El hacha de piedra | EL PAÍS
Se ha observado que el cáncer emite un aroma que los perros pueden detectar con antelación. Gracias a su extraordinario sentido del olfato, estos animales son capaces de identificar la enfermedad en sus etapas iniciales. Se trata de un olor enigmático, propio del cáncer, al igual que el aroma soterrado del SARS-CoV-2, el virus que detuvo al mundo durante la pandemia de COVID-19.
Para llegar hasta él, las abejas podrían servir de conductoras. Según los resultados de un estudio llevado a cabo por el laboratorio de Investigación Bioveterinaria de Wageningen (Países Bajos), las abejas pueden identificar muestras infectadas con SARS-CoV2. De esta manera se puede conseguir un método rápido y eficaz para diagnosticar el virus.
Las enfermedades huelen, de eso no hay duda. La diabetes huele, así como la insuficiencia renal. Pero si hay un olor nauseabundo, debido a la secreción de los tejidos muertos, ya sea como consecuencia de la falta de riego sanguíneo o por culpa de una infección bacteriana, si hay un olor nauseabundo que afecta a brazos, piernas y dedos, ese olor no es otro que el de la gangrena.